A veces ocurre que, estamos en casa cómodamente, viendo una peli y de repente, nos llega la motivación: ¡Mañana  comienzo a practicar yoga!

El yoga es esa práctica milenaria cuya realización aporta numerosos beneficios, no sólo para el cuerpo, sino también para la mente. Actividad que surge en oriente pero que se está extendiendo cada vez más en occidente.

Todos conocemos a alguien que se adentró en el apasionante mundo del yoga y que nos recomienda hacerlo hasta que consigue que nos pique el gusanillo.

Pero entonces, nos entra el ansia de conseguir todo lo necesario para comenzar y es cuando entramos en pánico. Nos sentimos perdidos al darnos cuenta que, ni tenemos claro que necesitamos, ni tenemos lo poco que sabemos seguro que esta práctica requiere.

Para resolver todas tus dudas y que puedas comenzar con esta disciplina, siguiendo tus planes, te explicamos todo lo que necesitas saber para crear tu propio espacio de yoga y poder iniciarte en esta ancestral disciplina originaria de La India.

1) mat: Pero no una cualquiera si no una especial para yoga. Esto es lo primero que necesitas puesto que es en ella donde llevarás a cabo las diferentes posturas o asanas. Hay esterillas de muchos tipos y te harán creer que prácticamente todas sirven para practicar yoga. No es verdad.

Las esterillas recomendadas para esta actividad son las que presentan una capa antideslizantes que es la que debe estar en contacto con el suelo. Esto es aún más recomendable cuando la práctica del yoga se realiza sobre parqué, siendo éste un suelo especialmente resbaladizo.

2) Consigue música adecuada: existen CD’s especializados en música destinada a esta actividad pero, en la práctica, puede utilizarse cualquier música que te resulte agradable y relajante. Incluso es muy habitual utilizar sonidos de la naturaleza porque está comprobado que ayudan a calmar la mente. En este aspecto, deberás seguir tu criterio.

3) Videos de sesiones dirigidas: Si te encuentras iniciándote en esta práctica o has estado asistiendo a clases dirigidas pero durante poco tiempo, aún no tendrás suficiente habilidad para crear tus propias series de movimientos, por eso resulta muy útil adquirir videos con rutinas monitorizadas.

4) Herramientas: existen numerosos elementos adicionales que te ayudarán con esas posturas dificultosas: cinta, ladrillo, silla y bastón. Eso sí, ten en cuenta que debes comenzar por practicar posturas sencillas y paulatinamente aumentar el nivel de dificultad de las mismas, no querrás lesionarte.

Por eso, quizás no requieras estos utensilios inicialmente, no te decimos que los adquieras para empezar, pero conforme vas avanzando en la práctica y el nivel de dificultad aumenta, es posible que tengas que hacerte con alguno de ellos.

5) Velas e inciensos: son recomendables para acondicionar el ambiente, hacerlo más ameno y agradable. Ten en cuenta que el uso de inciensos o aromatizantes debe ser moderados porque en exceso puede causar molestias e irritaciones de ojos, por ejemplo.

Ten en cuenta también que las velas deben de estar situadas en un lugar seguro para evitar riesgos de quemaduras o pequeños incendios.

6) Espacio adecuado: Es importante que selecciones el mejor lugar, un espacio de tu casa que contenga los menos elementos posibles para evitar distracciones que te pueden abocar a dejar de practicar en cualquier momento. El yoga es una actividad que conecta el cuerpo y la mente y, por eso, es necesario estar en un espacio que nos permita liberar la mente, y descansar.

En cuanto al tamaño del lugar, debe ser el necesario para llevar a cabo tus movimientos de forma correcta, por eso, tendrás que calcularlo estando tumbado/a. De esta forma, realizarás tus movimientos cómodamente evitando riesgos de causar lesiones.  

También debes pensar en que puedes realizar ejercicios de respiración o de meditación que, en muchas ocasiones, se realizan mejor sentado o en posición de flor de lotto y que, tener una pared cerca puede serte útil.

7) Manta y/o toalla: Pueden serte útiles para ayudarte a acomodarte en ciertas posturas, puedes usarlo bajo la cabeza a modo de almohada o colocarlas enrolladas bajo cualquier postura para que te ayuden con el soporte hasta que alcances la elasticidad necesaria.

También puedes colocar la toalla entre tu cuerpo y la esterilla para reconfortar la posición y puedes usar la manta para abrigarte en momentos de meditación en los que puedes sentir frío.

8) Espejo: puede resultar útil realizar la actividad frente a un espejo, no sólo es una manera de adquirir conciencia corporal, ya que, permite ver que partes del cuerpo se trabajan o que limitaciones presenta nuestro cuerpo, sino también, es útil para ver cómo estamos realizando las posturas y poder autocorregirnos.

La autocorrección es aún más importante cuando realizamos la actividad en privado, ya que, no tenemos en la sala a un profesor de yoga que nos vaya diciendo que aspectos debemos corregir.

9) Vestuario: se recomienda utilizar para la ocasión ropa cómoda y holgada con la que te sentirás libre y tu cuerpo también. De esta forma, notarás una mayor facilidad para realizar movimientos musculares y articulares. Es muy habitual utilizar prendas de algodón que conceden mayor transpiración de la piel.

También es común descalzarse para practicar yoga. Liberarse de los zapatos facilita la práctica pero, además, permite la conexión energética entre el cuerpo y la tierra.

10) Emplazamiento: Ya hemos hablado del espacio, pero también debemos tener en cuenta el acondicionamiento de factores externos: iluminación, ventilación, temperatura, etc.

Es aconsejable evitar practicar yoga en espacios con aire acondicionado, ya que, este resulta un circuito de aire cerrado que acaba viciad. Por eso, se recomienda practicar yoga en espacios abiertos (montaña, playa, parque, etc.),y si se hace en lugares cerrados, en la media de lo posible, es preferible hacerlo con ventanas o puertas abiertas para favorecer la oxigenación.

Es preferible que busques un lugar cercano a una ventana o cristalera por donde pueda entrar la luz natural, es muy reconfortante practicar sintiendo el sol.

Además, muchos maestros recomiendan orientar la sala de yoga o reservar un espacio para practicar hacia el lugar por donde sale el sol para obtener todos los beneficios de éste: luz, calor, energia. De esta forma, podrás empezar cada día tu práctica con un real saludo al sol o suryanamaskar.

Una vez dispongas de todo lo necesario para empezar con tu práctica, debes tener clara también la duración y frecuencia de la actividad.

Las sesiones de yoga suelen durar una hora pero, es probable, que tu ritmo de vida no te permita dedicar tanto tiempo, por eso, puedes adaptar las sesiones al tiempo del que dispongas, normalmente se recomienda una práctica de entre 15 y 40 minutos.

​Y se aconseja practicar cada día, pero este aspecto también puede flexibilizarse a tu disponibilidad, 3 o 4 veces por la semana es la frecuencia habitual.

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Además, recuerda que si vas a practicar después de comer, es preferible que lo hagas 2 horas después de haber acabado para evitar posibles problemas digestivos.

Como ves, en este listado tienes todo lo necesario para iniciarte en el yoga. Y también todas las orientaciones relevantes que debes tener en cuenta según tu práctica avance. Pero, lo más importante, es sin duda que disfrutes de la actividad.

Y si crees que hay algún aspecto importante que no hemos mencionado, cuéntanoslo.

​Autora: Marta Rodríguez.

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